Infantiles
Los molinillos
 La primavera era época propicia para correr, y para ello, nada mejor que armarse de un molinillo de fabricación propia y lanzarse a recorrer los campos haciendo girar las aspas del juguete.
La primavera era época propicia para correr, y para ello, nada mejor que armarse de un molinillo de fabricación propia y lanzarse a recorrer los campos haciendo girar las aspas del juguete.
Para fabricar un molinillo tan sólo hacía falta un trozo de cartulina, una aguja y un palito.
Se cortaba un cuadrado de cartulina de aproximadamente quince centímetros de lado, y se le hacían cuatro cortes diagonales desde las esquinas, deteniéndonos a unos dos centímetros del centro. A continuación tomábamos cuatro puntas alternas y las fijábamos al centro con un alfiler. Este alfiler, una vez traspasadas todas las puntas y el centro de la cartulina se clavaba a un palito.
Si se disponía, se colocaba una cuenta de collar de plástico o un pequeño disco de los tubos de plástico de los que se utilizaban para hacer llaveros trenzados, con el fin de facilitar el giro de las aspas.
Si la cartulina era blanca se coloreaban las diferentes secciones en que habíamos convertido el cuadrado.
Una vez fabricado el molinillo, ¡a correr y sentir el viento en la cara!
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